
Antigua Roma
Miles de kilómetros de calzada vertebraban el inmenso Imperio romano. A través de ellas, las legiones podían moverse con gran celeridad cuando era necesario, el comercio llegaba hasta los más recónditos rincones del Imperio, y la cultura y pensamiento romano colonizaban la mente de los pueblos que eran sometidos y adhesionados como nuevas provincias. Roma es quizás la civilización más importante de la historia antigua que, junto a la Grecia Clásica, de la que bebió directamente, nos dejó un legado decisivo para el desarrollo de la civilización occidental: el derecho romano, la lengua latina, la vanguardia en conocimientos científicos y tecnológicos, la vida social, las infraestructuras, la religión… Roma no solo conquistó sino que extendió y unificó gran parte del mundo conocido bajo una misma idea común.